Queridos APUamigos, requeteestupendísimas y buenísimas noches a todos. ¿Qué tal estáis?
Os tengo un pelín abandonados, lo sé, pero los antiguos ya sabéis que el mes de enero es un mes en el que todas las asociaciones debemos informar al Ministerio de Hacienda sobre los donativos recibidos para que cuando hagáis vuestra declaración, os desgravéis lo que habéis dado. "Solo" sois 2500 entre APUsocios, donantes y las empresas que cada año donan, además de aquellos que lo hacen esporádicamente. Si tenéis en cuenta que cada registro son 6 datos a meter de cada uno de vosotros (el nombre y DNI ya vienen del año pasado), podéis imaginar el trabajo. De este año no pasa y voy a intentar ver la forma de adelantar todo este trabajo, porque es absurdo tener que hacerlo en el mes de enero; ni antes ni después.
Bueno, que me desvio; como iba diciendo os tengo un pelín abandonados pero he esperado hasta esta fecha tan especial para así escribiros.Hoy es 16 de enero, fecha para todos conocida, no solo porque es el número de la lotería nacional que jugamos en Navidad (01601) del que ya hablaremos algún día, sino porque celebramos el cumpleaños de la APU, en concreto el decimotercer aniversario. Además esta fecha coincide con el cumpleaños de Pablo Ugarte, que hoy cumpliría 24 años. La verdad es que fue una coincidencia, ya que el primer domingo que pudimos reunirnos unos cuantos amigos fue ese domingo 16 de enero de 2011.
Es increíble, pero increíble de verdad. Aquel día nos reunimos en mi casa Salva, Iñaki, Miryam, Ana, Mireia, Paloma, Marta, Dori y yo, "a ver que podíamos hacer"; Ellos, salvo Mireia, constituyeron la primera Junta Directiva de la APU y en esa primera reunión, con más ganas de buscar consuelo que otra cosa, decidimos iniciar la APUandadura; decidimos que nos dedicaríamos a la investigación, decidimos que nadie cobraría, decidimos que no habría cuotas mínimas sino que cada uno aportase lo que quisiera y pudiera, decidimos hacer públicas las cuentas desde el principio, decidimos que nunca utilizariamos imágenes de niños enfermos para intentar captar a socios y decidimos (bueno, esto último ya salió solo) hacer una asociación alegre, sin malas caras ni malos "rollos". El resultado fue, ya lo sabéis, espectacular. Con el tiempo se incorporaron a la Junta Directiva Jose, Loreto y Almu, que continuaron haciendo la extraordinaria labor que todos los miembros hacían y hacen.
En principio queriamos intentar donar a un proyecto de investigación unos 500 euros al mes; ese era el objetivo aquel día. Me vais a perdonar, pero es que me rio solo de pensar ahora lo "felices" que creíamos que ibamos a ser. Hoy, trece años más tarde, donamos a 30 proyectos de investigación un mínimo de 55.000 euros mensuales. Decía que me reía porque si bien no podemos estar más que inmensamente orgullosos, el trabajo diario es tremendo; ojalá requiriera el trabajo de apoyar un solo proyecto.
Así, como nos dijo un oncólogo, nos hemos convertido en una potencia de la oncología infantil, no solo apoyando la investigación de numerosos proyectos, sino además tratando de asesorar a las familias de niños enfermos que se ponen en coitacto con nosotros para conseguir información o ver segundas opiniones. Yo no soy médico, mucho menos oncólogo; sé de esto tanto como de la reproducción de las espinacas. Sin embargo, cuento con esa cantidad de responsables de los equipos de investigación que en todo momento asesoran y dan su opinión a cualquier familia que la necesite. Han sido especialmente colaboradores y han solucionado varias situaciones difíciles; yo no tengo más que palabras de agradecimeinto a todos ellos sin excepción. El caso es que este asesoramiento lo puede dar la APU por el contacto que tiene con tantos proyectos, y esta es una tarea de la que estamos especialmente orgullosos.
Hace poco, un empresario que quiso conocer "in situ" algún hospital donde la APU tuviera proyectos y ver en priimera persona a los investigadores, preguntó al finalizar la visita al investigador principal que qué significaba la APU en la investigación. Este respondió de forma muy simple; "La APU es un antes y un después en la investigación del cáncer infantil en España". Sé que no es para tanto; pero reconozco que me quedé muerto con la respuesta.
En fin; que somos (todos, tú incluido) APUjonantes y que podemos estar muy contentos y ello sin necesidad de ser ambiciosos, podemos crecer sin agobiarnos, sin estar pendientes de cifras porque no las necesitamoos; solo queremos ayudar, sea poco o mucho, solo queremos ayudar y es lo que seguiremos haciendo desde hace trece años y queseguiremos haciendo mientras tengamos vuestro apoyo.
No me olvido de mi Pablete y de lo mucho que lo echamos de menos en casa pero sabiendo lo mucho que hemos conseguido en su nombre. Hace dos días recibía noticias de su gran amigo de su vida, Álvaro, convertido en todo un Oficial de la Armada que se encuentra navegando lejos de casa. Álvaro siempre se acuerda de Pablo; tanto que hasta tengo celos muchas veces. No importa donde esté, el siempre tiene la foto de su amigo con él y hoy estará celebrando su cumple igual que todos nosotros. Pablo ha significado mucho en la vida de muchas personas, siendo Álvaro el más representativo aparte de sus hermanos y familiares cercanos; Pablo sigue haciendo el bien y ayudando a muchas otras personas a través de la APU, esta asociación que intenta con todas sus fuerzas y toda su alma que no haya más Pablos ni más hermanos o Álvaros sin sus Pablos.
En fin queridos APUamigos, un año más luchando contra el cáncer infantil y un año menos para acabar con él. Ojalá un día recibamos ese regalo de saber que el cáncer infantil deja de ser un problema. Yo no sabré que hacer entonces, pero será increíble.
Millones de gracias a todos vosotros por existir, por ser, por ser como sois y por ser como sois con la APU.
Un abrazo a todos y muchas felicidades.
Mariano
Pd; sirva este mensaje como recuerdo a Pablo y todos los niños que nos han dejado a causa del cáncer infantil.
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