lunes, 30 de marzo de 2020

Noticias de la Asociación "Pablo Ugarte" (30 MAR)

Queridísimos APUamigos, APUbuenísimas noches a todos. ¿Qué tal estáis? Espero que sigáis todos bien, y hayáis pasado o no la enfermedad, que tengáis el ánimo y la certeza de que de esta vamos a salir de esto antes de que nos demos cuenta. Tened en cuenta que la inmensa mayoría de los que estamos confinados seguimos bien y solo eso debería animarnos; es cierto que vemos casos muy cercanos y muy malos, pero no podemos desfallecer ni venirnos abajo. Hemos hecho mucho y bien, pero ahora se trata de hacer más y mejor. Y los resultados de hoy son esperanzadores ya que se intuye, se siente, se palpa una leve mejoría en los indicadores, y la lógica nos dice que si lo estamos haciendo bien pronto veremos resultados; pero sólo si lo estamos haciendo bien.  Y pensad que los que realmente están confinados son esas miles de personas que están en los hospitales, sin saber muy bien cuanto tiempo estarán.
Mirad, el día de mi boda mi padre me cogió muy solemne antes de ir a la iglesia y de repente me dijo algo como "Hijo", así, a secas, y yo pensé, "Uf, aquí viene el discurso emotivo", y va y me suelta, "Esto es un mal rato que hay que pasar y listo". Os puedo asegurar que fue así como me lo dijo, y nos reímos un rato. Hoy os prometo, os aseguro, que esto va a ser un mal rato que estamos pasando y que pronto, mucho antes de que os deis cuenta, aunque no nos reiremos, será un mal recuerdo que habrá pasado. Y yo espero que será un mal recuerdo pero con muchas conclusiones positivas, porque si después de este tiempo no sacamos conclusiones, y todas para mejorar y no caer en los mismos errores, será un tiempo perdido.
Pero lo primero es lo primero, y querría mandar un fortísimo abrazo a todos aquellos que desgraciadamente han perdido un familiar o amigo querido por culpa de este virus que nos afecta a todos. Mi más sentido pésame a todos por algo trágico que no debió pasar, que nunca pensamos que pudiera pasarnos y que nos ha golpeado con crueldad. Y querría mandar un saludo muy especial a nuestros amigos que se encuentran en zonas más críticas como Madrid, Cataluña, Castilla La Mancha, País Vasco; sois muchos, muchísimos los que estáis pasando momentos duros, pero pasarán, y a todos nos unirá una sola cosa, que seremos supervivientes de esta pandemia; casi nada. No estaremos unidos por un gol en una final de un mundial, ni por un tenista; no, estaremos unidos por algo tan increíble como haber superado la mayor prueba que la vida nos puede haber puesto, y eso habría que valorarlo mucho.
Parece mentira, pero antes estábamos buscando el viaje a Thailandia o a China, y teníamos un tesoro en el bar de la esquina (y sin haberlo preparado, me ha salido un pareado). Éramos millonarios, podíamos salir todos los días a la hora que quisiéramos, quedar con amigos, comprar de todo (que nos pudiéramos permitir, claro), hacer deporte, ir a cualquier bar o terraza, etc. Sin saberlo, teníamos todo para ser felices, y ahora, a la fuerza, lo estamos aprendiendo.  Esto hay que aprovecharlo, esto es un tesoro que no podemos dejar pasar, y es que de todo lo malo siempre debe salir algo bueno.
Ahora caemos en que antes teníamos problemas que en realidad no lo eran, problemas que después de esta crisis veremos como nimios si es que no desaparecen de nuestras vidas. A mi me cambió la vida con la enfermedad de mi hijo Pablo. Del tirón se fueron problemas como el dinero (en su justa medida), como el coche, como los lujos, etc. Necesitaba mucho menos para vivir feliz, y quizás lo que me entraron fueron ganas de querer ayudar un poco a la gente que lo pasaba mal, fuera lo que fuera, aunque centrado mucho en el cáncer infantil. Yo, como muchos padres de niños enfermos, saqué mis conclusiones y vi cosas que yo creo (es mi opinión) que son más importantes y que no veía antes.
Hoy vemos como hasta el vecino con el que nunca hablábamos, oye, hasta es simpático el tío, y vemos como ese chico del tercero que viste muy raro, jopé, que va todas las semanas a la compra de los señores del quinto, y que esa chica que nunca hablaba, mírala, limpia de vez en cuando la escalera de todos, y que el antipático del primero que no saluda nunca, toma ya, cuenta chistes y anécdotas muy divertidas desde el balcón del patio interior. Hoy vemos como el de al lado se preocupa todos los días por mi y me pregunta, y vemos como todos, todos, intentan ayudar al que tienen cerca. Esto es simplemente una maravilla, y ha tenido que venir un bicho minúsculo, una minucia de virus, para enseñarnos esto. Quizás hemos estado centrados en otras cosas que ahora vemos que no tienen ninguna importancia y que no nos han aportado nada, aunque nos hayan insistido en que sí eran importantes.
Un daño colateral importante será sin duda la investigación en España y en el mundo, y más cercano para nosotros, la investigación del cáncer infantil. Me da pena, muchísima pena, porque realmente la APU y muchas asociaciones sin ánimo de lucro que se dedican a hacer cosas buenas, van a verse muy perjudicadas. En realidad no es la APU la perjudicada, sino los niños con cáncer. Mañana haré el envío de las domiciliaciones del mes, y cualquiera sabe lo que puede pasar. En estos momentos en que no podemos hacer ningún evento la posibilidad de investigación depende por completo de los APUsocios, depende por completo de nosotros. No tengo ni idea de si nos devolverán muchos, muchísimos, pocos, poquísimos recibos; es una incógnita, pero sea lo que sea será bienvenido. Evidentemente las cosas son como son, y  en estos momentos no seré yo el que pida un esfuerzo a la gente para un problema que les queda muy lejos. Ahora bien, devuelvan los que devuelvan y se paguen los que se paguen yo no tengo más que palabras de agradecimiento a todos y cada uno de vosotros, porque mientras habéis podido habéis ayudado. Como os dije el lunes pasado, sé que volveremos a resurgir, con fuerza, pero ahora son momentos de incertidumbre y entenderé cualquier postura. 
En cualquier caso, no os quepa la menor duda de que mientras pueda yo voy a seguir luchando contra el cáncer infantil ya que esos niños nos necesitan, y no sabéis cuanto. Pensad en un coronavirus prolongado, de años, con medicaciones terribles y con efectos secundarios permanentes. Ellos se merecen que sigamos ayudándolos, porque ellos sí que no son culpables de lo que tienen, y se merecen un poco de ayuda.
Por lo demás, esta semana efectuaré las transferencias a los 26 proyectos de investigación. Para el mes que viene, dependiendo de los ingresos la Junta Directiva de la APU tomará medidas sobre qué hacer y como adaptarnos a la situación. Por supuesto os contaré con pelos y señales lo que vayamos a hacer.
Y me despido con la parte positiva. Hoy el aumento de casos ha sido del 8% en España. No soy tonto, y sé que hay muchos más casos que los diagnosticados, pero las comparaciones hay que hacerlas con un mismo patrón de medida, y este patrón de solo hacer pruebas (esta palabra casi es mejor que la palabra tests, que yo no sé ni como pronunciarla con esa ese final) a los ingresados es el que nos da la pauta. Pues bien, esa pauta dice que cada vez hay menos contagios, y ese es el mejor dato que nos pueden dar, así que mucho ánimo.
Mi recuerdo triste a todos los fallecidos, sin distinción de edades ni lugares; todos son víctimas de una tragedia, y ellos y sus familiares se han encontrado de la noche a la mañana con una terrible sorpresa.  Esperemos que su tragedia nos sirva a todos de lección y nos haga reaccionar; que no los olvidemos nunca.
Por favor, por favor, por favorcísimo otra vez, no os vengáis abajo. Gente buena como sois vosotros debe ser aprovechada para hacer cosas buenas. Hoy se nos pide que nos quedemos en casa; quedémonos, que así hacemos un gran favor a todos.
Poco más que mandaros un fortísimo abrazo a todos y daros muchísimas gracias a todos por todo.
Mariano
Pd; Se han hecho dos socios nuevos. ¿Como os quedáis? Esto es una maravilla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario