Queridísimos APUamigos, muy buenas noches a todos. ¿Qué tal estáis? ¿Cómo va el confinamiento? ¿Seguís hasta los lirinperindolios, o va mejorando la cosa? ¿O empeorando?, que incluso habrá alguno de la APU que todavía no se haya APUinmunizado contra el desaliento; todo es posible.
Como llevo haciendo estas semanas, y aunque en la APU intentamos siempre mantener la moral alta y el ánimo suficiente para encarar las noticias, hay cosas que debemos hacer y no podemos obviar, por mucho que nos gustara no tener que hacerlo. Ojalá no tuviéramos que hablar de ellos, pero el caso es que ahí están, más de 17.000 fallecidos oficialmente a causa del coronavirus. Hoy toca de nuevo acordarnos de ellos, de como lo habrán pasado muchos de ellos en soledad, y de como lo habrán pasado sus familias. Hoy lloramos en España a más de 17.000 compatriotas que de un soplido nos han dicho adiós. Por más que nos pellizquemos es difícil de creer, ¿verdad? 17.000 personas se dice pronto, una cifra más; pero no podemos dejarlo en eso, en una cifra, no podemos decir simplemente que han fallecido y ya está. Como siempre, y a falta de actos que los honren, desde la APU yo quiero rendirles un pequeño homenaje de recuerdo; no me cabe ninguna duda de que todos y cada uno de vosotros conoce a alguien que ha fallecido por causa del coronavirus, y hoy los recordamos. Que ellos nos hagan ver lo afortunados que, al menos hoy, somos todos nosotros. Descansen en paz. Nunca los olvidaremos.
Y un fortísimo abrazo a todas las familias afectadas.
Como habréis visto, las cifras cada vez son menos malas con los días. Sigue siendo increíble pensar que damos por bueno, que sea una buena noticia que "sólo" 500 personas hayan muerto en 24 horas. Pero lo cierto es que van bajando las cifras, y eso siempre es bueno. Eso es gracias al confinamiento, y por eso os animo a no desesperaros. Sé que no es un consuelo, pero otra de las enseñanzas que aprendí con la enfermedad de mi hijo es que no siempre uno está en la peor situación, y aunque no nos lo creamos, siempre hay personas peor que nosotros. Esto es una enseñanza de muchísimas familias de niños enfermos de cáncer, una enseñanza que mostraba que muchos saben que cuando han mirado alrededor suya, salvo una pequeña minoría, siempre encuentran familias que lo están pasando bastante peor, y a mi me pasó en primera persona; hubo un momento en que me creía que era el ser humano peor tratado del mundo; ¡¡que equivocado estaba!!; tuve que ver las cosas que vi y que sigo viendo. Como ejemplo, os pondré los muchos pacientes oncológicos, tanto mayores como pequeños, que estos días no están recibiendo sus tratamientos en algunos hospitales por culpa de esta pandemia; imaginaos la angustia. Por eso os animo a intentar pensar en lo bien que estamos, porque quizás sin saberlo somos millonarios en salud y bienestar. No os desesperéis, que todo esfuerzo tiene recompensa.
Y si la cosa va bien, mucha culpa es de un colectivo fundamental, que no quiero dejar de nombrar porque son la repera y creo que se merecen mucho más de lo que pongo aquí. Se trata de todo el personal sanitario. Ahí siguen, al pie del cañón, dando lo mejor de si mismos para que los enfermos se recuperen cuanto antes, para salvar vidas. Esta crisis del coronavirus no es una excepción en su forma de trabajar y de tratar a todos los pacientes, porque el personal sanitario SIEMPRE ha estado a nuestro servicio, por vocación, por solidaridad, porque les gusta y quieren hacerlo. Pese a los malos momentos, que son muchos, ahí siguen, con una sonrisa, alentando a los enfermos, haciendo que se comuniquen con sus familiares. Podríamos preguntarnos si nos los merecemos, pero sobre todo, podríamos preguntarnos si su trabajo está reconocido como se debe, tanto profesional como económicamente; de hecho, si cobraran por cada vida que salvan tanto como en ocasiones se les exige cuando las cosas no van bien (sea por el motivo que sea), serían más ricos que cualquier astro del deporte; y sin embargo nunca lo han pedido. Vocación, ánimo de ayudar, solidaridad; esos son las personas de nuestro sistema sanitario. Y que nadie se engañe; hablar de ellos es hablar de los mejores del mundo; puede haber en otros países algunos iguales, pero mejores, no.
Bueno, y dicho esto, voy a hablar de la APU aunque sea un poco, y es que esta semana efectuamos las transferencias para los proyectos de investigación del cáncer infantil correspondientes a este extraño mes de abril. Lo hicimos por un valor de 20.060 euros (en lugar de los 57.000 que estábamos dando) que salen de las cantidades que los diversos proyectos consideraron necesarias para poder seguir sus estudios. Podéis ver las transferencias de este mes en este enlace; http://www.asociacionpablougarte.es/pdf/donaciones/2020/ABRIL.pdf
A mi me gustaría agradecer dos cosas;
La primera a los responsables de los diversos proyectos de investigación por su honestidad, sinceridad y ayuda a la APU en estos momentos. Ellos han sido conscientes de las restricciones a las que nos podemos enfrentar y ante la parada de la actividad no han pedido más de lo necesario, sabiendo que volveremos a apoyarles como antes en cuanto podamos. En el siguiente enlace podéis ver los 26 proyectos y podréis comprobar a qué han renunciado cada uno.